Constan datos de trabajos de azulejería realizados en nuestros talleres, para iglesias y conventos, además de haber hecho a mano las tejas esmaltadas para obras monumentales como la Plaza de Toros de las Ventas.

El taller está en plena naturaleza, bañado por el cauce del río Tajo, y es uno de los primeros alfares que hubo en Puente del Arzobispo.

La cerámica que fabricamos, posee signos de identidad de la empresa, haciéndola diferente en colores y calidad, además de firmar cada una de las piezas por su reverso.

Exportamos y comercializamos por todo el mundo, haciendo exposiciones por diferentes ciudades, dando a conocer la artesanía española.

Poseemos premios internacionacionales tanto de cerámica tradicional, como de innovación en el diseño, sin olvidar nunca nuestras raíces, impregnando nuestra artesanía, por lo tanto, de un valor tanto ecónomico como sentimental.

Proceso artesanal

En primer lugar se trata la arcilla, que proviene de la cantera heredada de la familia de la Cal. Se eliminan con filtros especiales, la materia orgánica y arenas y mezclándola con agua, y por decantado se consigue una pasta elástica y homogénea para trabajarla a mano.

A continuación en el torno del alfar, se la da forma y tamaño obteniendo la pieza deseada. Dejándola secar al sol, eliminamos el agua y por primera vez se cuece en hornos hasta temperaturas de 1100º C; consiguiendo que la vasija tenga un sonido acampanado.

Después de la primera cochura, se esmalta la pieza bizcochada para dar el fondo del color, y sobre este esmalte se decorará a mano siempre con óxidos metálicos la figura de alguna montería o greca, que dará alegría y color a la forma del alfarero, haciéndola así única entre todas las demás fabricadas en el mismo taller.

Por último una vez decorada, la pieza se somete de nuevo a temperaturas entre 930ºC y 1050ºC dependiendo del esmalte empleado de base, sucediendo ahora dentro del horno el milagro de la oxido-reducción de los esmaltes, resultando un vidriado colorista y casi algunas veces infantil, además de tratar la calidad obteniendo en la mayoría de los casos la perfección de las porcelanas.